Pan de muerto mexicano

El día de Todos los Santos se vive de forma alegre en México, donde se sale a la calle a disfrutar de la fiesta y en el que se comparten platos tan deliciosos como el dulce pan de muerto mexicano. Una delicia que no te puedes perder.

INGREDIENTES

250 grs de harina de trigo
7 grs de levadura fresca de panadería
75 grs de azúcar
1 huevo
5 grs de sal
1/2 naranja (su zumo y la ralladura de su piel)
100 ml de leche tibia
Agua
70 ml de aceite de oliva virgen extra Hojiblanca

PREPARACIÓN

Comenzamos calentando unos 50 ml de agua hasta que esté tibia, nunca caliente, y le agregamos la levadura junto con 1 cucharada de azúcar y 1 cucharada o 2 de harina, lo mezclamos bien y tapamos. Reservamos mientras se activa la levadura.
Por otro lado, ponemos la harina en la superficie lisa en la que vayamos a trabajar. Hacemos con ella una especie de volcán en cuyo centro echaremos todo el azúcar, el aceite de oliva virgen extra Hojiblanca, el zumo de la media naranja junto con su ralladura y el huevo.
Seguidamente, mezclamos con los dedos el huevo con la azúcar y agregamos poco a poco la harina mientras vertemos la leche y la mezcla de levadura hasta conseguir una masa de la consistencia deseada. En el caso de que nos quedase poco espesa lo que haríamos sería añadir otro poco más de harina.
Amasamos hasta conseguir que la masa no se pegue a la superficie de trabajo. Dejamos que repose durante 5 minutos y volvemos a amasar durante unos 10 minutos más. Repetimos este proceso otras 3 veces antes de que finalmente hagamos con la masa un bollo que introducimos en un cuenco, lo tapamos con papel transparente y dejamos que repose durante una hora u hora y media en un lugar cálido.
Pasado ese tiempo, nuestra masa ya habrá alcanzado el doble de su volumen. La sacamos del cuenco y la ponemos sobre la superficie de trabajo enharinada.
Trabajamos un poco la masa y separamos un tercio de la misma para hacer la decoración posteriormente. Con el resto hacemos dos bolas lo más lisas posibles y las ponemos sobre una placa de horno previamente untada con un poco de aceite de oliva. Colocamos las dos bolas de masa separadas entre sí ya que volverán a fermentar y crecer.
Con la masa que habíamos reservado para la decoración, hacemos unas tiras que damos forma de hueso y las colocamos sobre las bolas de masa. Hacemos también unas bolas para decorar en la parte superior y en los bordes laterales.
Volvemos a dejar reposar los bollos de masa durante una media hora. Mientras, vamos encendiendo el horno a una temperatura de 180º para que se vaya calentando.
Después de esos minutos de reposo, introducimos la placa con los panes de muerto y dejamos que se cocinen durante unos 20 minutos.
Finalmente, sacamos los panes de muerto del horno y los ponemos a enfriar sobre una rejilla. Mientras están aún calientes, los untamos con un poco de aceite de oliva y espolvoreamos por toda su superficie una cantidad generosa de azúcar.

250 grs de harina de trigo
7 grs de levadura fresca de panadería
75 grs de azúcar
1 huevo
5 grs de sal
1/2 naranja (su zumo y la ralladura de su piel)
100 ml de leche tibia
Agua
70 ml de aceite de oliva virgen extra Hojiblanca

Comenzamos calentando unos 50 ml de agua hasta que esté tibia, nunca caliente, y le agregamos la levadura junto con 1 cucharada de azúcar y 1 cucharada o 2 de harina, lo mezclamos bien y tapamos. Reservamos mientras se activa la levadura.
Por otro lado, ponemos la harina en la superficie lisa en la que vayamos a trabajar. Hacemos con ella una especie de volcán en cuyo centro echaremos todo el azúcar, el aceite de oliva virgen extra Hojiblanca, el zumo de la media naranja junto con su ralladura y el huevo.
Seguidamente, mezclamos con los dedos el huevo con la azúcar y agregamos poco a poco la harina mientras vertemos la leche y la mezcla de levadura hasta conseguir una masa de la consistencia deseada. En el caso de que nos quedase poco espesa lo que haríamos sería añadir otro poco más de harina.
Amasamos hasta conseguir que la masa no se pegue a la superficie de trabajo. Dejamos que repose durante 5 minutos y volvemos a amasar durante unos 10 minutos más. Repetimos este proceso otras 3 veces antes de que finalmente hagamos con la masa un bollo que introducimos en un cuenco, lo tapamos con papel transparente y dejamos que repose durante una hora u hora y media en un lugar cálido.
Pasado ese tiempo, nuestra masa ya habrá alcanzado el doble de su volumen. La sacamos del cuenco y la ponemos sobre la superficie de trabajo enharinada.
Trabajamos un poco la masa y separamos un tercio de la misma para hacer la decoración posteriormente. Con el resto hacemos dos bolas lo más lisas posibles y las ponemos sobre una placa de horno previamente untada con un poco de aceite de oliva. Colocamos las dos bolas de masa separadas entre sí ya que volverán a fermentar y crecer.
Con la masa que habíamos reservado para la decoración, hacemos unas tiras que damos forma de hueso y las colocamos sobre las bolas de masa. Hacemos también unas bolas para decorar en la parte superior y en los bordes laterales.
Volvemos a dejar reposar los bollos de masa durante una media hora. Mientras, vamos encendiendo el horno a una temperatura de 180º para que se vaya calentando.
Después de esos minutos de reposo, introducimos la placa con los panes de muerto y dejamos que se cocinen durante unos 20 minutos.
Finalmente, sacamos los panes de muerto del horno y los ponemos a enfriar sobre una rejilla. Mientras están aún calientes, los untamos con un poco de aceite de oliva y espolvoreamos por toda su superficie una cantidad generosa de azúcar.

Un comentario

Sofía dice:

4 de noviembre de 2024 a las 14:36

Deliciosos panes de muerto! Los hice para compartir con mi familia y a todos nos encantaron, justo como en México. La receta es fácil pero es importante dejar reposar. En mi caso dejé reposar 1.5 horas la masa y después de hacer los panes otras 1.5 horas. Agregué esencia de vainilla en vez de la naranja.

ESP

Pan de muerto mexicano

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