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Lasaña de salmón fresco

Tendrás que dejar siempre cerca esta receta de lasaña de salmón fresco porque está tan rica, que no te cansarás nunca de hacerla.

INGREDIENTES

12 placas de lasaña
400 grs salmón fresco
1 cebolla
1 cucharada de harina de trigo
Leche
4 lonchas de queso cheddar
4 lonchas de queso emmenthal
Nuez moscada al gusto
Sal al gusto
Pimienta negra molida al gusto
Aceite de oliva 0 4

PREPARACIÓN

Cocemos en primer lugar el salmón durante unos breves minutos en una olla con agua hirviendo y un poco de sal.
Sacamos el salmón de la olla, dejamos que escurra perfectamente el agua y lo limpiamos de la piel y las espinas.
Por otro lado, vamos a cortar la cebolla en brunoise y rallamos el tomate.
En una sartén con un poco de aceite de oliva suave pochamos la cebolla que condimentamos con un poco de sal y pimienta y cuando hayan pasado unos 15 minutos, que empiece a ponerse transparente, incorporamos el salmón y le damos a todo unas vueltas para que se integre perfectamente. Lo dejamos al fuego otros minutos.
Seguidamente, echamos la harina y removemos para que se integre y se sofría matando así su sabor a crudo, y añadimos un poco de leche para que quede un relleno más fino.
Rallamos encima un poco de nuez moscada, probamos y si es necesario rectificamos de sal.
Lo apartamos del calor y dejamos que repose para que se enfríe.
Mientras, hacemos las placas de lasaña. Ponemos una cazuela al fuego con abundante agua, un puñado de sal y un poco de aceite de oliva. Cuando empiece a hervir, vamos echando las placas una a una y las movemos con una cuchara de madera para que no se peguen entre sí ni a las paredes de la cazuela. Las dejamos cocinar durante unos 7 minutos, aunque lo mejor es seguir los tiempos de cocción que nos indica el fabricante en el envase.
Cuando estén cocidas, las escurrimos y ponemos sobre un paño de cocina limpio.
Para montar la lasaña, untamos una fuente con un poco de aceite de oliva y colocamos como base 3 de las placas, sobre ellas una capa del relleno y sobre ellas dos lonchas de queso. Repetimos esta operación otras dos veces hasta completar la lasaña.
Rallamos un poco de queso sobre el último piso de placas y lo metemos al horno para que se gratine.
Cuando la superficie de nuestra lasaña de salmón fresco esté con un bonito color dorado, la sacamos del horno y servimos.

12 placas de lasaña
400 grs salmón fresco
1 cebolla
1 cucharada de harina de trigo
Leche
4 lonchas de queso cheddar
4 lonchas de queso emmenthal
Nuez moscada al gusto
Sal al gusto
Pimienta negra molida al gusto
Aceite de oliva 0 4

Cocemos en primer lugar el salmón durante unos breves minutos en una olla con agua hirviendo y un poco de sal.
Sacamos el salmón de la olla, dejamos que escurra perfectamente el agua y lo limpiamos de la piel y las espinas.
Por otro lado, vamos a cortar la cebolla en brunoise y rallamos el tomate.
En una sartén con un poco de aceite de oliva suave pochamos la cebolla que condimentamos con un poco de sal y pimienta y cuando hayan pasado unos 15 minutos, que empiece a ponerse transparente, incorporamos el salmón y le damos a todo unas vueltas para que se integre perfectamente. Lo dejamos al fuego otros minutos.
Seguidamente, echamos la harina y removemos para que se integre y se sofría matando así su sabor a crudo, y añadimos un poco de leche para que quede un relleno más fino.
Rallamos encima un poco de nuez moscada, probamos y si es necesario rectificamos de sal.
Lo apartamos del calor y dejamos que repose para que se enfríe.
Mientras, hacemos las placas de lasaña. Ponemos una cazuela al fuego con abundante agua, un puñado de sal y un poco de aceite de oliva. Cuando empiece a hervir, vamos echando las placas una a una y las movemos con una cuchara de madera para que no se peguen entre sí ni a las paredes de la cazuela. Las dejamos cocinar durante unos 7 minutos, aunque lo mejor es seguir los tiempos de cocción que nos indica el fabricante en el envase.
Cuando estén cocidas, las escurrimos y ponemos sobre un paño de cocina limpio.
Para montar la lasaña, untamos una fuente con un poco de aceite de oliva y colocamos como base 3 de las placas, sobre ellas una capa del relleno y sobre ellas dos lonchas de queso. Repetimos esta operación otras dos veces hasta completar la lasaña.
Rallamos un poco de queso sobre el último piso de placas y lo metemos al horno para que se gratine.
Cuando la superficie de nuestra lasaña de salmón fresco esté con un bonito color dorado, la sacamos del horno y servimos.

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Lasaña de salmón fresco

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PREPARACIÓN

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