Estás deseando llegar a casa. Llevas todo el día pensando en prepararte un buen plato de gulas al ajillo para cenar. No ves el momento. Es un plato sencillo, fácil de cocinar y sobre unas tostadas de pan resulta un auténtico manjar con el que alegrarte el día, desconectar de todo, sentirte un poco más feliz.