No hay nada que te guste más que un buen potaje, de esos que según comes la primera cucharada te reconfortan. Con los garbanzos con langostinos se te olvidan las penas porque aportan una sensación de bienestar que dura todo el día.
No hay nada que te guste más que un buen potaje, de esos que según comes la primera cucharada te reconfortan. Con los garbanzos con langostinos se te olvidan las penas porque aportan una sensación de bienestar que dura todo el día.
Para el sofrito:
Para el sofrito: