Aunque parezca increíble, en algunos casos la sencillez puede ser sinónimo de sofisticación. El carpacho de atún es ambas cosas. Nunca un pescado crudo, con un sencillo aliño en el que el aceite de oliva es el rey, fue tan elegante.
Aunque parezca increíble, en algunos casos la sencillez puede ser sinónimo de sofisticación. El carpacho de atún es ambas cosas. Nunca un pescado crudo, con un sencillo aliño en el que el aceite de oliva es el rey, fue tan elegante.