ACEITEROS DEL SUR RESPONSABILIDAD SOCIAL

Salmorejo

Dicen que Andalucía es la reina de las regiones españolas cuando se habla de cremas frías, y no es de extrañar que así sea con platos tan ricos como el salmorejo. Consumido bien fresco, es perfecto para cuando las altas temperaturas aprietan.

INGREDIENTES

500 grs de tomates pera
1 diente de ajo
75 grs de aceite de oliva virgen extra Arbequina
1 cucharadita sal
30 grs de vinagre
150 grs de pan blanco

PREPARACIÓN

En primer lugar, vamos a pelar bien los tomates y los picamos en cuartos. Los echamos en el vaso de la batidora y los trituramos.
Pasamos los tomates triturados por un colador para retirarles los posibles trozos de piel que nos hayan quedado y las pepitas.
A continuación, cortamos el pan en trozos pequeños y lo añadimos a la crema de tomate y dejamos que repose todo junto durante unos diez minutos, lo que ayudará a que se ablande y por tanto será más fácil de triturar.
Pelamos el diente de ajo, retirándole el brote del centro, y se lo añadimos a lo anterior.
Echamos el aceite de oliva virgen extra Arbequina, perfecto para hacer cremas como este salmorejo por su sabor suave con toques frutales, junto con un poco de sal.
Lo trituramos todo bien hasta que nos quede una crema lo más fina posible. En el caso de que nos quedase muy espeso se podría añadir un poco de agua.
Probamos para ver si está bien de sal, añadiendo un poco más en el caso de que fuera necesario.
Llevamos el salmorejo a la nevera para que a la hora de llevarlo a la mesa esté bien frio.
Lo mejor es acompañarlo únicamente con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra Arbequina por encima, aunque también se suele hacer con un poco de jamón picado y huevo duro.

500 grs de tomates pera
1 diente de ajo
75 grs de aceite de oliva virgen extra Arbequina
1 cucharadita sal
30 grs de vinagre
150 grs de pan blanco

En primer lugar, vamos a pelar bien los tomates y los picamos en cuartos. Los echamos en el vaso de la batidora y los trituramos.
Pasamos los tomates triturados por un colador para retirarles los posibles trozos de piel que nos hayan quedado y las pepitas.
A continuación, cortamos el pan en trozos pequeños y lo añadimos a la crema de tomate y dejamos que repose todo junto durante unos diez minutos, lo que ayudará a que se ablande y por tanto será más fácil de triturar.
Pelamos el diente de ajo, retirándole el brote del centro, y se lo añadimos a lo anterior.
Echamos el aceite de oliva virgen extra Arbequina, perfecto para hacer cremas como este salmorejo por su sabor suave con toques frutales, junto con un poco de sal.
Lo trituramos todo bien hasta que nos quede una crema lo más fina posible. En el caso de que nos quedase muy espeso se podría añadir un poco de agua.
Probamos para ver si está bien de sal, añadiendo un poco más en el caso de que fuera necesario.
Llevamos el salmorejo a la nevera para que a la hora de llevarlo a la mesa esté bien frio.
Lo mejor es acompañarlo únicamente con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra Arbequina por encima, aunque también se suele hacer con un poco de jamón picado y huevo duro.

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