No puedes parar de comerlos. Es algo que intuías cuando estabas cocinando los grisines de queso y cebolla porque han llenado la casa con un olor maravilloso e irresistible. Y su sabor, una auténtica delicia.
No puedes parar de comerlos. Es algo que intuías cuando estabas cocinando los grisines de queso y cebolla porque han llenado la casa con un olor maravilloso e irresistible. Y su sabor, una auténtica delicia.


 
															
2 Responses
Espectacular 💓👌
Son riquisimos