Alrededor de una mesa es donde se comparten los mejores momentos, donde se ríe con las anécdotas, donde se cuentan las confidencias, donde se recuerdan a los que no están. Todo fluye de una manera más natural cuando se está disfrutando de una buena comida porque te relajas, sobre todo si es de un postre tan delicioso como este bizcocho de mandarinas confitadas.