Ossobuco a la Milanesa con risotto al azafrán

Ossobuco a la Milanesa con risotto al azafrán

Todo en este plato de ossobuco a la milanesa resulta perfecto: la suavidad de la carne que se consigue con la cocción lenta en la deliciosa salsa, la melosidad y el sabor a azafrán del risotto, y la sorprendente frescura que aporta la gremolata.

ingredientes para las croquetas de gambas

INGREDIENTES

paso a paso para hacer croquetas de gambas caseras

preparación

INGREDIENTESINGREDIENTES

  • 4 trozos de ossobuco
  • 1 cebolla
  • 50 grs de harina de trigo
  • 1 vaso de vino blanco
  • 500 ml de caldo de carne
  • Pimienta negra molida al gusto
  • Sal al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra Picual

Para la gremolata:

  • Ralladura de medio limón
  • Perejil fresco al gusto
  • 2 dientes de ajo

Para el risotto de azafrán:

  • 300 grs de arroz arborio
  • 5 hebras de azafrán
  • 1 cebolla
  • 1,5 l de caldo de pollo
  • Sal al gusto
  • 70 grs de queso parmesano rallado
  • Aceite de oliva virgen extra Arbequina

INGREDIENTESpreparación

  1. Comenzamos picando en trozos muy pequeños la cebolla. Les quitamos el exceso de grasa de los trozos de ossobuco, los salpimentamos y los enharinamos.
  2. Ponemos un poco de aceite de oliva virgen extra Picual en una sartén al fuego y, cuando esté caliente, echamos la cebolla para que se cocine a fuego medio hasta que se ponga transparente.
  3. En ese momento, ponemos los trozos de ossobuco y los sellamos bien por todos los lados.
  4. Echamos un poco de caldo de carne y el vino blanco, le damos unas vueltas para desglasar el fondo y en cuanto empiece a hervir, tapamos la cazuela y bajamos el fuego al mínimo para que se haga poco a poco.
  5. Tardará en cocinarse alrededor de una hora u hora y cuarto. Durante este tiempo, lo vigilaremos de vez en cuando, echando un poco más de caldo en el caso de que veamos que se consume demasiado la salsa.
  6. Mientras tanto, vamos a preparar la gremolata. Picamos de forma muy fina los dientes de ajo y el perejil fresco. Rallamos medio limón y lo mezclamos con el ajo y el perejil hasta conseguir una mezcla homogénea. Reservamos en lugar fresco.
  7. Cuando quede una media hora para que se termine de hacer el ossobuco, nos ponemos a preparar el risotto al azafrán.
  8. Colocamos una cazuela al fuego con el aceite de oliva virgen extra Arbequina para que se caliente mientras picamos la cebolla en trozos lo más pequeños posibles.
  9. Con el aceite caliente, echamos la cebolla junto con un poco de sal y dejamos que se cocine hasta que se ponga transparente.
  10. Echamos entonces el arroz junto a las hebras de azafrán y removemos mientras se sofríen unos minutos. Cuando el arroz se ponga brillante, añadimos un poco del caldo de pollo caliente. Lo llevamos a ebullición sin dejar de remover en ningún momento y vamos echando caldo de pollo según veamos que lo va necesitando. Se trata de que el arroz absorba poco a poco el caldo y vaya soltando el almidón.
  11. Una vez que el arroz esté hecho, separamos la cazuela del fuego y echamos el queso parmesano rallado.
  12. Removemos y dejamos reposar.
  13. Con todo listo, comprobamos si el ossobuco está listo y, si así es, apagamos el fuego.
  14. A la hora de servir, colocamos en cada plato un trozo de ossobuco con una ración generosa de gremolata por encima. Lo regamos todo con un poco de salsa y lo acompañamos con el risotto de azafrán.
  • 4 trozos de ossobuco
  • 1 cebolla
  • 50 grs de harina de trigo
  • 1 vaso de vino blanco
  • 500 ml de caldo de carne
  • Pimienta negra molida al gusto
  • Sal al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra Picual

Para la gremolata:

  • Ralladura de medio limón
  • Perejil fresco al gusto
  • 2 dientes de ajo

Para el risotto de azafrán:

  • 300 grs de arroz arborio
  • 5 hebras de azafrán
  • 1 cebolla
  • 1,5 l de caldo de pollo
  • Sal al gusto
  • 70 grs de queso parmesano rallado
  • Aceite de oliva virgen extra Arbequina
  1. Comenzamos picando en trozos muy pequeños la cebolla. Les quitamos el exceso de grasa de los trozos de ossobuco, los salpimentamos y los enharinamos.
  2. Ponemos un poco de aceite de oliva virgen extra Picual en una sartén al fuego y, cuando esté caliente, echamos la cebolla para que se cocine a fuego medio hasta que se ponga transparente.
  3. En ese momento, ponemos los trozos de ossobuco y los sellamos bien por todos los lados.
  4. Echamos un poco de caldo de carne y el vino blanco, le damos unas vueltas para desglasar el fondo y en cuanto empiece a hervir, tapamos la cazuela y bajamos el fuego al mínimo para que se haga poco a poco.
  5. Tardará en cocinarse alrededor de una hora u hora y cuarto. Durante este tiempo, lo vigilaremos de vez en cuando, echando un poco más de caldo en el caso de que veamos que se consume demasiado la salsa.
  6. Mientras tanto, vamos a preparar la gremolata. Picamos de forma muy fina los dientes de ajo y el perejil fresco. Rallamos medio limón y lo mezclamos con el ajo y el perejil hasta conseguir una mezcla homogénea. Reservamos en lugar fresco.
  7. Cuando quede una media hora para que se termine de hacer el ossobuco, nos ponemos a preparar el risotto al azafrán.
  8. Colocamos una cazuela al fuego con el aceite de oliva virgen extra Arbequina para que se caliente mientras picamos la cebolla en trozos lo más pequeños posibles.
  9. Con el aceite caliente, echamos la cebolla junto con un poco de sal y dejamos que se cocine hasta que se ponga transparente.
  10. Echamos entonces el arroz junto a las hebras de azafrán y removemos mientras se sofríen unos minutos. Cuando el arroz se ponga brillante, añadimos un poco del caldo de pollo caliente. Lo llevamos a ebullición sin dejar de remover en ningún momento y vamos echando caldo de pollo según veamos que lo va necesitando. Se trata de que el arroz absorba poco a poco el caldo y vaya soltando el almidón.
  11. Una vez que el arroz esté hecho, separamos la cazuela del fuego y echamos el queso parmesano rallado.
  12. Removemos y dejamos reposar.
  13. Con todo listo, comprobamos si el ossobuco está listo y, si así es, apagamos el fuego.
  14. A la hora de servir, colocamos en cada plato un trozo de ossobuco con una ración generosa de gremolata por encima. Lo regamos todo con un poco de salsa y lo acompañamos con el risotto de azafrán.

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