Cómo evitar que la manzana cortada se oxide

¿Por qué se oxidan las manzanas?

Cuando cortas una manzana, su pulpa entra en contacto con el oxígeno del aire, desencadenando un proceso natural llamado oxidación. En este fenómeno, las enzimas presentes en la fruta reaccionan con el oxígeno, provocando cambios en la composición química que resultan en un color marrón. Este proceso es similar al hierro que se oxida al exponerse al aire. La rápida aparición de esta coloración no solo es un cambio visual, sino también una señal de que los compuestos nutritivos de la manzana están interactuando con el oxígeno.

Olvídate de la fruta marrón y aprende cómo hacer que la manzana cortada no se oxide

Y es que, cuando empieces a usar este truco, verás como la vida de tu fruta se alargará mucho más. ¿Que te sobra la mitad de una manzana? ¡Guárdala! Seguro que luego puedes darle una segunda vida y preparar, por ejemplo, una rica tarta de manzana o un fresquito gazpacho de aguacate y manzana. 😄

¡No nos enrollamos más! Descubre el truco de magia para que tus manzanas sean inmortales.

𝐏𝐀𝐒𝐎 𝐀 𝐏𝐀𝐒𝐎

1. Comienza preparando un recipiente lo suficientemente grande como para sumergir la manzana. Escoge un bol con capacidad para aproximadamente 1 litro de agua. La cantidad adecuada asegurará que la manzana quede completamente cubierta durante el proceso.
2. Para preservar la frescura de la manzana, agrega con cuidado media cucharada sopera de sal al agua en el bol. La sal actuará como agente conservante y ayudará a prevenir la oxidación de la fruta. Remueve bien la mezcla para garantizar que la sal se disuelva completamente en el agua.
3. Toma la manzana que previamente has cortado y sumérgela en el agua preparada. Asegúrate de que la cara sin piel quede completamente sumergida. Este paso es crucial, ya que permitirá que la sal actúe eficazmente sobre la superficie de la manzana, evitando cambios no deseados en su color y textura.
4. Ahora, deja que la manzana repose en el agua salada durante un período de 5 minutos. Este tiempo es suficiente para que la sal cumpla su función protectora. Mientras esperas, puedes aprovechar para preparar el siguiente paso.
5. Pasados los 5 minutos, retira cuidadosamente la manzana del bol. Colócala sobre papel de cocina absorbente para eliminar cualquier exceso de humedad. Este paso ayuda a garantizar que la manzana no tenga residuos de agua que podrían afectar su durabilidad y frescura.
6. Vierte con precaución el agua salada del bol, desechándola adecuadamente. Luego, vuelve a colocar la manzana en el bol y añade 1 litro de agua fría. Este paso de enjuague eliminará cualquier residuo de sal y asegurará que la manzana no tenga un sabor excesivamente salado.
7. Una vez que la manzana ha sido enjuagada de manera efectiva, retírala del bol y sécala con suavidad. Puedes utilizar una toalla limpia o papel de cocina para este propósito. Asegúrate de que la manzana esté completamente seca antes de continuar.

¡Listo! Ahora que has seguido estos pasos, tu manzana está lista para ser disfrutada y durará significativamente más tiempo sin oxidarse gracias a la técnica de preservación que acabas de aplicar. ¡Disfruta de tu manzana fresca y crujiente! 🍏✨

¿Te ha servido este truco? ¡Queremos que nos cuentes en comentarios si lo has conseguido!