Cuando un guiso nos salga muy salado podemos ponerlo a hervir con un par de patatas dentro, estas absorberán gran parte de la sal. Si, después de esto, no quieres poner patatas en tu guiso, sólo tienes que retirarla. Con ella se irá toda la sal que querías evitar. Aun así, puedes conservarla y no tirarla para aprovecharlas para un puré de patatas o verduras. ¡Tendrás dos platos en uno!
Una vez que aprendas este sencillo truco de cómo quitar lo salado a la comida, querrás disfrutar de estas recetas de guisos. Te las dejamos con su paso a paso para que aprendas a hacerlas de una forma rápida y fácil:
1. Ver receta de Guiso de patatas con champiñones