Roscos fritos de Orellana

Para la masa de los roscos:

• 1,5 kg de harina de repostería
• 10 grs de levadura en polvo
• 1 vaso y medio azúcar
• Ralladura de 3 limones
• 150 ml de agua mineral
• 4 huevos
• 50 ml de anís dulce al gusto
• 200 ml de aceite de oliva virgen extra Arbequina

Para freír:

• 1 trozo de piel de naranja
• Aceite de oliva virgen extra Arbequina

Para rebozar:

• Azúcar
• Canela molida
• Anís dulce

1. Para hacer la masa de los roscos lo primero que hacemos es poner en un cuenco los huevos junto con la ralladura de limón y el aceite de oliva virgen extra Arbequina. Lo batimos muy bien con unas varillas.
2. Añadimos el azúcar y mezclamos.
3. Ponemos al fuego un cazo con el agua y, cuando esté caliente, se lo vertemos a la mezcla anterior junto con el anís y lo batimos para que se mezcle bien.
4. A continuación, agregamos la mitad de la harina y la levadura y lo integramos en la mezcla anterior con una cuchara de madera hasta que coja consistencia y lo podamos amasar con las manos.
5. En el momento en el que empiece a despegarse la masa del cuenco, la volcamos sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada. La amasamos al mismo tiempo que le vamos agregando más harina hasta conseguir una masa blanda, elástica y que no se nos pegue a las manos.
6. Entonces, hacemos una bola con la masa, la colocamos en un cuenco espolvoreado con harina para que no se pegue a sus paredes y la tapamos con un paño de cocina. Dejamos que repose de entre 20 minutos a media hora.
7. Tras este tiempo, cogemos pequeñas porciones de masa y les damos forma de rosco. Según los vamos haciendo los vamos colocando sobre una bandeja espolvoreada con un poco de harina para que no se peguen.
8. Para freír los roscos, ponemos una sartén honda con una cantidad abundante de aceite de oliva virgen extra Arbequina junto con el trozo de piel de naranja. Cuando esté bien caliente el aceite, vamos añadiendo los roscos, tres o cuatro cada vez para que no descienda mucho la temperatura del aceite y se hagan de forma uniforme.
9. En cuanto se pongan dorados de un lado, les damos la vuelta para que se hagan por el otro. Cuando tengan un intenso color dorado, les sacamos con una espumadera escurriéndolos bien y los colocamos sobre papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
10. Cuando tengamos fritos todos los roscos y estén aún calientes, ponemos en un plato un poco de anís dulce rebajado con agua y en otro una mezcla de azúcar y canela molida. Bañamos los roscos fritos de Orellana primero en el anís y los rebozamos luego por la mezcla de azúcar y canela.