1. Tocamos el muslo para encontrar los huesos.
2. Para acceder a ellos, hacemos un corte longitudinal.
3. Con el cuchillo seguimos el contorno del hueso para separarlo de la carne.
4. Cortamos la articulación que une los dos huesos con la carne.
5. Finalmente, repasamos el muslo para eliminar cualquier trozo de hueso que haya podido quedar.